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INFORMACIÓN BASICA PARA EL TRABAJADOR DE ALTURA

Edema cerebral y edema pulmonar de altura

Estas dos formas graves del mal de altura, pueden ir precedidas de síntomas leves del mal (dolor de cabeza, insomnio, falta de apetito, aturdimiento leve) o bien aparecer bruscamente en un alpinista previamente sano, a causa de un ascenso de gran desnivel o realizado con gran rapidez.


En realidad, tanto el edema cerebral como el edema pulmonar de altura, más que dos entidades bien diferenciadas, son dos formas clínicas de presentación de un mismo proceso de inadaptación a la falta de oxígeno del ambiente, al cual el montañista se somete. 

Edema pulmonar de altura

La mayoría de las muertes han sido producidas o favorecidas por el hecho de no haber detectado el caso a tiempo, por no haber descendido una vez instaurado el problema o bien por no haber llevado oxígeno como suplemento de emergencia. Se cree que es producido de la siguiente manera:

La hipoxia grave hace que las arteriolas pulmonares entren en un potente estado de vasoconstricción, el cual es mucho mayor en unas regiones que en otras, de modo que se hace fluir una mayor cantidad de sangre a través de un número cada vez menor de vasos sanguíneos pulmonares, que aún no han entrado en constricción. Como resultado, la presión capilar en esa parte de los pulmones se hace particularmente elevada y sobreviene el edema local. A continuación, la extensión del proceso hace que cada vez sean más las áreas de los pulmones que sufren disfunción grave e incluso, a veces, sea algo mortal. Sin embargo, al hacer que el montañista respire oxígeno se invertirá el proceso en el plazo de unas pocas horas.

Clínicamente, el edema pulmonar se presenta con un clásico cuadro de ahogo, dolor torácico, dolor de cabeza, tos seca con esporádica expectoración sanguinolenta, náuseas y fiebre en algunos casos superior a los 38 ºC. La piel puede adquirir una coloración azulada (cianosis) y la conciencia, aunque bien conservada, puede mostrar un cierto grado de indiferencia en la conducta. 

Tratamiento

La primera norma que debe aplicarse ante cualquier problema derivado de la altura, es el descenso a cotas inferiores, es la más eficaz e importante medida que se debe tomar. La segunda medida es administrar oxígeno a través de una mascarilla, con una cantidad de 3 a 5 litros por minuto y a una concentración no inferior al 40%. La mayoría de las veces, la práctica de estas dos medidas elementales es más que suficiente para solucionar gran parte de los casos.


De no resolverse o apreciarse mejoría con estas medidas, o cuando el descenso deba aplazarse durante unas horas por motivos de fuerza mayor, la persona que acompaña al montañista que presenta tal gravedad, no deberá utilizar medidas de uso estrictamente reservado al personal médico, porque si llega a hacer una mala o incorrecta utilización, esto puede ser potencialmente peligroso e incluso mortal para el montañista. 

Edema cerebral de altura

Esta es la forma de presentación más grave y rápida del mal de altura. Debido a su especial situación anatómica, el cerebro se encuentra protegido y a la vez rígidamente situado en el interior de la caja craneal.


El edema cerebral agudo parece ser el resultado de la vasodilatación local de los vasos sanguíneos cerebrales a causa de la hipoxia. La dilatación de las arteriolas aumenta la presión capilar y a su vez produce fuga de líquido hacia los tejidos cerebrales. A continuación, el edema cerebral puede producir desorientación grave y otros efectos relacionados con la disyunción cerebral.

Cualquier aumento del volumen del cerebro debido al edema, se ve conflictivamente limitado por la rigidez craneal, lo cual provoca síntomas neurológicos con mucha mayor rapidez y gravedad que el proceso pulmonar anteriormente descrito. El montañista afectado puede llegar rápidamente al coma y debe prever la administración de oxígeno y el descenso a cotas inferiores, así como tomar medidas de tipo médico cuanto antes.

Tratamiento

La primera norma que debe aplicarse ante cualquier problema derivado de la altura, es el descenso a cotas inferiores, es la más eficaz e importante medida que se debe tomar. La segunda medida es administrar oxígeno a través de una mascarilla, con una cantidad de 3 a 5 litros por minuto y a una concentración no inferior al 40%. La mayoría de las veces, la práctica de estas medidas elementales es más que suficiente para solucionar gran parte de los casos.

Otros efectos de la altura sobre el organismo

Hemorragia retiniana de altura 

La ascensión a alturas superiores a los 5000 metros sobre el nivel del mar puede producir en el 50% de los montañistas hemorragias retinianas asintomáticas. Su aparición puede ser precipitada por el ejercicio extenuante y el ascenso rápido de grandes desniveles en un solo día.


Entre los afectados, un pequeño número de montañistas presentan hemorragias muy numerosas y próximas a la zona de visión (mácula óptica), lo cual provoca defectos en la visión (escotomas) que pueden ser más o menos amplios e importantes en consonancia con la zona afectada.

Estas lesiones son normalmente reversibles y no dejan secuelas, pero en algunos casos pueden dejar lesiones permanentes. Ante cualquier defecto de visión que aparezca en el curso de la ascensión, la medida más importante y eficaz sigue siendo el descenso a cotas inferiores. Se debe descender como mínimo 3000 metros sobre el nivel del mar para tener efecto curativo.


El montañista que sufre una pérdida parcial de la visión no deberá ascender de nuevo o por lo menos durante los dos meses siguientes a la aparición del problema.

Trombosis

La aparición de trombosis cerebrales o pulmonares en el curso de una ascensión a gran altura es una entidad de rara presentación pero que reviste una gran gravedad. Los factores predisponentes para que se produzca una trombosis en el montañista situado a gran altura son la deshidratación, la inmovilidad prolongada y la inevitable poliglobulia que se produce invariablemente en todo montañista que permanece varias semanas en cotas muy elevadas. Todo ello lleva a la situación de un aumento en el límite de la viscosidad sanguínea y conduce a las condiciones ideales para producir el estancamiento sanguíneo y el coágulo. Para evitar esta situación, deben tenerse siempre presentes dos medidas elementales como son:

  • Mantener una buena hidratación, un buen aporte de líquidos (pese a la dificultad que esta operación representa en el entorno de la alta montaña).
  • Luchar contra la inmovilidad y el sedentarismo a base de movimientos de flexión, extensión e isométricos, sobre todo de las piernas.


Esta situación se da con mayor frecuencia cuando la cordada de ataque se ve bloqueada a gran altura, con escasez de espacio y de medios en el interior de su tienda, debido a una larga tormenta que les imposibilita cualquier intento de movimiento o descenso.


Es precisamente en estas circunstancias cuando el montañista debe cuidar al máximo la ingesta de líquidos y practicar movimientos corporales frecuentes, aunque sea en el reducido espacio de su tienda de altura. La falta de oxígeno se incrementa a mayor altura, por lo que hay más riesgo que se produzcan complicaciones por sobre los 3000 metros.

Medidas preventivas que deben adoptar las empresas que se encuentran emplazadas en altura geográfica

Realizar exámenes preocupacionales en CEM tendientes a determinar:

Alteraciones moderadas y severas de la capacidad funcional respiratoria.

  1. Evidencias de cardiopatía hipertrófica.
  2. Hipertensión arterial sin control médico.
  3. Otros exámenes que evidencien alteraciones que contraindiquen el trabajo en altura, de acuerdo con lo dictaminado por la autoridad competente.
  4. Capacitar y formar a los trabajadores(as) acerca de los síntomas del mal agudo de montaña y enseñar la adecuada alimentación en la altura.


Para evitar la aparición del mal agudo de montaña en trabajadores(as) expuestos a la hipoxia, se sugiere mantener oxígeno a disposición de estos(as), en caso de que alguno(a) lo requiera.


Adecuación de los puestos de trabajo a las características de los trabajadores(as) para evitar fatigas excesivas.


​Humidificación y presurización de zonas como dormitorios, oficinas, salas de estar, cocinas y restaurantes.


Contar con un programa de vigilancia epidemiológica respecto de los trabajadores(as) expuestos a la hipoxia hipobárica.


Contar con personal de salud idóneo, con instalaciones médicas necesarias cercanas a la obra y con medios para el traslado de los trabajadores(as) en los casos en que los síntomas de la hipoxia se presenten o se desencadene su agravamiento.


Los campamentos deberán reunir condiciones de aislamiento térmico y acústico que permita a los empleados tener un sueño reparador.

¿Qué efectos genera la disminución de la temperatura?

El clima de montaña es más frío y seco que el del llano, puesto que en forma natural la temperatura del aire va disminuyendo con la altura. El gradiente térmico negativo es de 0,5-1 ºC cada 100 metros.


El cuerpo humano es homeotermo, dado que necesita mantener una temperatura constante de (36 ºC) e independiente de la temperatura exterior.


La exposición laboral al frío puede dar origen a dos tipos de efectos sobre la salud:

Efectos agudos o inmediatos

Normalmente, se dan en situaciones accidentales.

  • Locales: congelación de algún miembro (dedos de manos y pies).
  • Generales: disminución del estado de conciencia y estado de somnolencia.
  • Efectos crónicos: la exposición prolongada a bajas temperaturas puede producir problemas pulmonares (bronquitis crónica, pulmonías, etc.), de oídos (otitis) o de ojos (conjuntivitis).

Medidas preventivas

  • Ropa de protección adecuada contra el frío, que incluya el resguardo de la cabeza, orejas y cuello, que sea impermeable en caso de exposición a la humedad y compatible con otros elementos de protección personal.
  • Dispositivos de protección para la cara y los ojos, en caso de trabajar a la intemperie.
  • Cuidar el aporte calórico de la alimentación y proporcionar comida caliente durante la jornada, principalmente durante el turno de la noche, otorgando las pausas necesarias para tal actividad.
  • Reducir al máximo posible la exposición directa al aire libre cuando la temperatura es bajo cero, mediante cabinas aisladas y climatizadas.

¿Qué efectos genera el exceso de radiación solar y el aire seco?

La altura incide en la cantidad de radiación solar que recibimos. A mayor altura aumenta la intensidad de la radiación, se estima que es entre un 13% y un 15% mayor cada 1000 metros.


A la radiación solar y factores propios del invierno, como la nieve, el frío, el viento y el clima de montaña, se les atribuye ser los causantes de importantes daños a la piel, que producen a largo plazo deshidratación, envejecimiento prematuro, descamación, fisuras, grietas cutáneas, quemaduras solares y cáncer en la piel. A la radiación solar también se le atribuyen alteraciones a la vista.


Medidas preventivas

  • Uso de cremas protectoras, las que deberán ser aplicadas con la periodicidad que la evaluación del riesgo determine, de acuerdo con el factor protector de la crema y el tipo de piel del trabajador(a).
  • Implementar el uso de cascos con protección del cuello, tipo legionario.
  • Uso de protección ocular UV.
  • Ropa adecuada para protección de la radiación UV.
  • Evaluaciones médicas periódicas con la finalidad de determinar posibles daños a la piel y la visión.

​Índice de masa corporal

Una buena forma de determinar si su peso es saludable para su estatura es calcular el índice de masa corporal (IMC). El hecho de tener sobrepeso sobrecarga al corazón y puede llevar a que se presenten graves problemas de salud, entre los cuales se pueden mencionar:

  • Cardiopatía.
  • Hipertensión arterial.
  • Apnea del sueño.
  • Diabetes tipo 2.
  • Venas varicosas.

En los Estados Unidos, se podrían salvar más de 300 000 vidas cada año si todas las personas se mantuvieran dentro de un peso saludable

¿Cómo determinar el índice de masa corporal?

El índice de masa corporal da un estimativo de lo que uno debe pesar, con base en la estatura. A continuación se presentan los pasos para calcularlo:

  • Multiplicar el peso en libras por 703.
  • Dividir esa respuesta por la estatura en pulgadas.
  • Repetir el procedimiento anterior.


Por ejemplo, una mujer que pesa 270 libras (122,5 kg) y tiene 68 pulgadas (1,70 m) de estatura, tiene un índice de masa corporal de 41.0.


Utilice la tabla que se presenta a continuación para ver en qué categoría encaja su IMC y si es necesario preocuparse por el peso:

INDICE DE MASA CORPORAL CATEGORIA
por debajo de 18.5 por debajo del peso
18.5 a 24.9 saludable
25.0 a 29.9 con sobrepeso
30.0 a 39.9 obeso
mas de 40 obesidad morbida

El índice de masa corporal no siempre es una forma precisa para determinar si uno necesita o no perder peso. A continuación se presentan algunas excepciones:

Fisicoculturistas: debido a que el músculo pesa más que la grasa, las personas que son inusualmente musculosas pueden tener un índice de masa corporal alto.

Ancianos: en la vejez, a menudo es mejor tener un índice entre 25 y 27 en lugar de un índice inferior a 25. Si una persona, por ejemplo, es mayor de 65 años, un índice de masa corporal ligeramente superior puede ayudar a protegerla contra la osteoporosis.

Niños: aunque un gran número de niños son obesos, no utilice este índice de cálculo para evaluar a un niño. Hable con el pediatra acerca del peso apropiado de acuerdo con la edad de su hijo.


Los médicos utilizan algunos métodos diferentes para determinar si se tiene sobrepeso. Asimismo, el médico puede tener en cuenta el perímetro de la cintura y la proporción de la cintura a la cadera. Además, muchos otros factores influencian su salud como:

  • La presión arterial.
  • Los niveles de glucosa.
  • Los niveles de colesterol.
  • La dieta.
  • La actividad física.
  • El tabaquismo.

El IMC solo no puede predecir el riesgo para su salud, pero la mayoría de los expertos dice que un índice superior a 30 (obesidad) no es saludable. Sin importar cuál sea su IMC, el ejercicio le puede ayudar a reducir el riesgo de cardiopatía y diabetes. Sin embargo, recuerde siempre preguntarle al médico antes de iniciar un programa de ejercicios. 

Nombres alternativos


IMC

Índice de grasa corporal y peso ideal

IMC (índice de masa corporal) calcula un nivel de obesidad simple. No hace distinción entre los componentes grasos y no grasos de la masa total. Es una relación entre peso y altura.


El índice de masa corporal es válido para un hombre o mujer adulta.


El valor resultante del IMC estima como “normal” el rango entre 18,5 y 24,9. Por encima de este valor y hasta 30 nos encontramos ante un sobrepeso y superior a este rango, llegamos a la obesidad clínica. 

Grasa corporal 

Sirve para guardar energía, proteger los órganos internos y regular la temperatura corporal. Ella no debe ser excesiva, ni tampoco escasa. Su distribución es diferente en hombres y mujeres.

El porcentaje de grasa corporal ideal

No hay consenso en cuanto a porcentajes de grasa corporal exactos, la siguiente clasificación es una guía orientativa, tanto para hombres (H) como mujeres (M):

  • Grasa esencial: 1-3% (H) – 10-13% (M).
  • Atletas: 6-13% (H) – 14-20% (M).
  • En forma: 14-17% (H) – 21-24%(M).
  • Media: 18-24% (H) – 25-31% (M).

Obesidad: 25% y más (H) – 32% y más (M). 

Grasa visceral y grasa subcutánea

  • La grasa visceral es la que rodea los órganos internos. Esta aumenta los niveles de grasa en la sangre, lo que puede provocar colesterol alto, enfermedades cardiovasculares y diabetes.
  • La grasa subcutánea es la grasa que se ubica debajo de la piel. Se acumula alrededor del estómago, brazos, caderas, muslos y causa distorsión en las formas corporales. Se cree que aumenta la presión en el corazón y puede estar asociada a otras complicaciones.
  • Nivel de grasa visceral <9 (Normal).
  • Nivel de grasa visceral 10+ (Alto).

 La presión arterial

Es una medición de la fuerza que se aplica sobre las paredes de las arterias a medida que el corazón bombea sangre a través del cuerpo. La presión está determinada por la fuerza y el volumen de sangre bombeada, así como por el tamaño y la flexibilidad de las arterias.


La presión arterial cambia continuamente dependiendo de la actividad, la temperatura, la dieta, el estado emocional, la postura, el estado físico y los medicamentos que se administren.


Las lecturas de la presión arterial se miden en milímetros de mercurio (mmHg) y generalmente se dan como dos números. Por ejemplo, 120 sobre 80 (escrito como 120 / 80).


  • El número superior corresponde a la presión sistólica, la cual es la presión creada cuando el corazón late. Se considera alta si constantemente está por encima de 140.
  • El número inferior corresponde a la presión diastólica, la cual es la presión dentro de los vasos sanguíneos cuando el corazón está en reposo. Se considera alta si constantemente está por encima de 90.


Cualquiera o ambos números pueden estar demasiado altos.


La prehipertensión es cuando la presión arterial sistólica está entre 120 y 139 o la presión arterial diastólica está entre 80 y 89 en múltiples lecturas. Si uno presenta prehipertensión, tiene mayor probabilidad de desarrollar presión arterial alta.


La presión arterial representa la presión ejercida por la sangre contra la pared de las arterias. Depende de los siguientes factores:


  1. Débito sistólico (volumen de eyección del ventrículo izquierdo).
  2. Distensibilidad de la aorta y de las grandes arterias.
  3. Resistencia vascular periférica, especialmente a nivel arteriolar, que es controlada por el sistema nervioso autonómico.
  4. Volemia (volumen de sangre dentro del sistema arterial).


Se distingue una presión sistólica y otra diastólica. La presión sistólica es la presión máxima que se alcanza en la sístole. Esta depende fundamentalmente del débito sistólico, la volemia y la distensibilidad de la aorta y las grandes arterias. La presión diastólica es la mínima presión de la sangre contra las arterias y ocurre durante la diástole. Depende fundamentalmente de la resistencia vascular periférica.


La presión de pulso es la diferencia entre la presión sistólica y la diastólica.


La presión arterial varía en las personas a lo largo de las 24 horas. Los factores que influyen son las emociones, la actividad física, la presencia de dolor, estimulantes como el café, tabaco, algunas drogas, etc.

Medición de la presión arterial

Habitualmente se efectúa con un esfigmomanómetro. Los más usados son los de mercurio y los de tipo aneroide. Constan de un sistema para ejercer presión alrededor del brazo y una escala que permite conocer la presión. Los esfigmomanómetros de mercurio son más confiables en su calibración, los aneroides, que registran la presión mediante un reloj, son más livianos y fáciles de transportar, pero con el tiempo se pueden descalibrar.


La presión arterial conviene medirla en el brazo, estando el paciente sentado o acostado, cómodo y relajado. Se debe asimismo, haber descansado unos 5 minutos y no haber consumido café o haber fumado en los 30 minutos anteriores. Habitualmente la medición se efectúa al final del examen físico, momento en que el paciente debiera estar más relajado. Si se sospecha que puede existir una diferencia en la medición de uno y otro lado, conviene efectuar la medición en ambos brazos (como ejemplo en vasculitis o ateromatosis de grandes arterias).


Frente a la posibilidad de ortostatismo (cuando la presión baja al ponerse la persona de pie), la medición se debe efectuar estando el paciente acostado y luego de pie (o sentado con los pies colgando). En algunos casos, es útil medir la presión tanto en las extremidades superiores como en las inferiores. Normalmente, la presión en las piernas es un poco mayor que en los brazos, pero en cuadros de coartación de la aorta o en ateromatosis muy avanzadas, la presión es menor en las piernas. El manguito se aplica en la mitad del brazo (el borde inferior queda a unos dos o tres cm sobre el pliegue cubital). Debe quedar bien aplicado y no suelto (ya que esto último favorecería lecturas falsamente elevadas). El brazo debe estar desnudo, sin ropas que interfieran la colocación del manguito. Conviene que el brazo esté apoyado sobre una mesa o que cuelgue relajado al lado del cuerpo. La bolsa de goma debe quedar ubicada de tal forma que justo la mitad de ella esté sobre la arteria braquial. Además, el manguito debe quedar a la altura del corazón. Si se ubica más abajo, se registran presiones falsamente elevadas (estos errores ocurren con más frecuencia cuando se usan manómetros digitales que comprimen la muñeca y no se tiene el cuidado que el manguito esté a la altura del corazón durante la medición).

Toma de la tensión arterial 

Para medir la presión sanguínea el médico utiliza un instrumento que se denomina “esfigmomanómetro”, más conocido como tensiómetro. La banda del tensiómetro se localiza alrededor de la parte superior del brazo y se infla para detener el flujo de sangre en la arteria. A medida que se desinfla esta banda, el médico usa un estetoscopio para escuchar el bombeo de sangre a través de la arteria. Estos sonidos de bombeo se registran en un indicador de presión unido a la banda. El primer sonido de bombeo que el médico escucha se registra como presión sistólica y el último como presión diastólica.

La toma frecuente de la tensión arterial es la única medida preventiva de la hipertensión, ya que la mayoría de las personas que padecen hipertensión no notan ningún síntoma. La hipertensión arterial aumenta el riesgo de insuficiencia cardíaca, ataque cardíaco, accidente cerebrovascular e insuficiencia renal.

Consideraciones

Las mediciones repetitivas de la presión arterial son importantes. Una sola medición alta no significa necesariamente que usted padezca de hipertensión y una sola medición normal no significa necesariamente que no la padezca.


Las lecturas de la presión arterial tomadas en el hogar pueden brindarle información importante al médico. Estas lecturas pueden ser una mejor medida de la presión arterial corriente que las tomadas en el consultorio médico, en tanto usted se asegure de que la máquina sea precisa. Puede solicitar al médico que compare las lecturas en el consultorio, muchas personas se ponen nerviosas en los consultorios y arrojan lecturas más altas que las que normalmente obtendrían en el hogar. Esto se denomina “hipertensión de la bata blanca”.


Consulte con el médico si las medidas de la presión arterial son constantemente altas o bajas o si tiene síntomas al mismo tiempo que las lecturas de la presión arterial están altas o bajas.


Si usted tiene hipertensión arterial, las mediciones de su presión arterial pueden ayudar a determinar si su medicamento y los cambios en la alimentación están funcionando.


Valores normales

En los adultos el número mayor ideal (presión sistólica) debe ser menos de 120 mmHg y el número inferior (presión diastólica) de menos de 80 mmHg.

Significado de los resultados anormales

Prehipertensión

El número superior constantemente es de 120 a 139 o el número inferior de 80 a 89.


Etapa 1: hipertensión leve


El número superior constantemente es de 140 a 159 o el número inferior de 90 a 99.


Etapa 2: hipertensión arterial de moderada a severa


El número superior constantemente es de 160 o más o el número inferior de 100 o más.


Presión arterial baja (hipotensión)


La lectura del número superior es inferior a 90 o la presión de 25 mmHg inferior a lo usual.

Causas de la hipertensión arterial

Las mediciones de la presión arterial son el resultado de la fuerza de la sangre producida por el corazón, al igual que el tamaño y el estado de las arterias. Muchos factores pueden afectar la presión arterial, incluyendo:

  • Que tanta cantidad de agua y sal tiene el organismo.
  • El estado de los riñones, del sistema nervioso o de los vasos sanguíneos.
  • Los niveles de diferentes hormonas en el cuerpo.

La hipertensión arterial puede afectar a todo tipo de personas. Uno tiene un riesgo mayor si tiene antecedentes familiares de la enfermedad. La hipertensión es más común en personas de raza negra que de raza blanca. El tabaquismo, la obesidad y la diabetes son todos factores de riesgo para la hipertensión.

La mayoría de las veces no se identifica ninguna causa, lo cual se denomina hipertensión esencial. La hipertensión que resulta de una enfermedad, hábito o medicamento específico se denomina hipertensión secundaria. El consumo de demasiada sal en la dieta puede conducir a la presión arterial alta. La hipertensión secundaria también puede deberse a:

  • Tumor de las glándulas suprarrenales.
  • Alcoholismo.
  • Ansiedad y estrés.
  • Arteriosclerosis.
  • Pastillas anticonceptivas.
  • Coartación de la aorta.
  • Consumo de cocaína.
  • Diabetes.
  • Enfermedad renal.
  • Obesidad.
  • Embarazo (llamada hipertensión gestacional).

Síntomas

La mayor parte del tiempo no hay síntomas. Los síntomas que pueden ocurrir abarcan:

Dolor torácico.

Confusión.

Zumbido o ruido en el oído.

Latidos cardíacos irregulares.

Hemorragia nasal.

Cansancio.

Cambios en la visión.

Si presenta dolor de cabeza fuerte o cualquiera de los síntomas mencionados anteriormente, consulte con el médico de inmediato. Estos síntomas pueden ser un signo de una complicación o de presión arterial peligrosamente alta, llamada hipertensión maligna. 

Pruebas y exámenes

El médico llevará a cabo un examen físico y revisará la presión arterial. Si la medición es alta, el médico puede pensar que se padece hipertensión arterial. Por lo tanto, será necesario repetir las mediciones con el tiempo, de tal manera que se pueda confirmar el diagnóstico.

Si usted controla su presión arterial en el hogar, le pueden hacer las siguientes preguntas:

  • ¿Cuál fue su lectura de presión arterial más reciente?
  • ¿Cuál fue la lectura de presión arterial anterior?
  • ¿Cuál es el promedio de presión sistólica (número superior) y diastólica (número inferior)?
  • ¿Se ha incrementado su presión arterial recientemente?

Se pueden hacer otros exámenes para buscar sangre en la orina o insuficiencia cardíaca. El médico buscará signos de complicaciones para el corazón, los riñones, los ojos y otros órganos en el cuerpo (realización de examen de orina, analítica sanguínea, lectura de ECG).

Tratamiento

El objetivo del tratamiento es reducir la presión arterial de tal manera que uno tenga un riesgo menor de complicaciones. Existen muchos medicamentos diferentes que se pueden utilizar para tratar la presión arterial alta, como los siguientes:

  • Bloqueadores alfa.
  • IECA (inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina).
  • Bloqueadores de los receptores de angiotensina (BRA).
  • Beta bloqueadores.
  • Bloqueadores de los canales del calcio.
  • Alfas-agonistas centrales.
  • Diuréticos.
  • Inhibidores de renina, incluyendo Aliskiren (Tekturna).
  • Vasodilatadores.

El médico también puede recomendar hacer ejercicio, perder peso y seguir una dieta saludable. Si usted tiene prehipertensión, el médico recomendará los mismos cambios en el estilo de vida para bajar la presión arterial a un rango normal. Es recomendable seguir en caso de diagnóstico de hipertensión una dieta hiposódica o baja en sal.

Prevención 

Los cambios en el estilo de vida pueden ayudar a controlar la presión arterial, por tal razón es recomendable que:

  • Baje de peso en caso de tener sobrepeso, ya que el exceso de este le agrega tensión al corazón. En algunos casos, la pérdida de peso puede ser el único tratamiento necesario.
  • Haga ejercicio de manera regular. Si es posible, durante 30 minutos la mayoría de los días.
  • Consuma una dieta rica en frutas, verduras y productos lácteos bajos en grasa, en tanto reduce la ingesta de grasa total y saturada (la dieta DASH es una forma de lograr este tipo de plan dietario).
  • Cemed 2000 mujeres trotando

  • Deje de fumar.
  • Si padece diabetes, mantenga la glucemia bajo control (nivel de azúcares o glucosa en la sangre).
  • No consuma más de uno o dos tragos de alcohol al día.
  • Trate de manejar el estrés.

Los adultos mayores de 18 años deben revisar su presión arterial de manera rutinaria. Siga las recomendaciones del médico para modificar, tratar o controlar posibles causas de hipertensión secundaria.


En resumen, para no padecer trastornos hipertensivos, lo mejor es la prevención y realizar mediciones aisladas de T.A., bien sea en nuestro centro de salud o a nivel domiciliario, siempre bajo la supervisión médica.


Tener unos hábitos de vida saludables como practicar algún deporte a menudo, caminar, llevar una dieta equilibrada, no fumar y no abusar del alcohol, nos ayudarán a evitar padecer hipertensión y sobre todo patologías graves asociadas como insuficiencia circulatoria, renal, diabetes, etc.


Se debe tener en cuenta que al llegar a una cierta edad aumenta el riesgo de padecer hipertensión aún sin existir patologías desencadenantes, ya que la T.A. aumenta con la edad.

CORANOVIRUS 19

En la actualidad no existe una vacuna para prevenir la enfermedad del coronavirus 2019 (COVID-19). La mejor forma de prevenir la enfermedad es evitar la exposición a este virus. Sin embargo, como recordatorio, se recomiendan medidas preventivas cotidianas para ayudar a prevenir la propagación de enfermedades respiratorias.


Estas medidas incluyen:


  • Evitar el contacto cercano con personas enfermas.
  • Evitar tocarse los ojos, la nariz y la boca.
  • Quedarse en casa si está enfermo.
  • Cubrirse la nariz y la boca con un pañuelo desechable al toser o estornudar y luego botarlo a la basura.
  • Limpiar y desinfectar los objetos y las superficies que se tocan frecuentemente, usando un producto común de limpieza de uso doméstico en rociador o toallita.
  • Seguir las recomendaciones sobre el uso de mascarillas.
  • Sean han hecho recomendaciones para que las personas que no están enfermas usen mascarillas para protegerse de enfermedades respiratorias, incluso del COVID-19.
  • Las personas que presentan síntomas del COVID-19 deberían usar mascarillas para ayudar a prevenir la propagación de la enfermedad a los demás. El uso de mascarillas es también esencial para los trabajadores de la salud  y las personas que cuidan de alguien en un entorno cerrado (en la casa o en un establecimiento de atención médica) 
  • Lávese las manos frecuentemente con agua y jabón por al menos 20 segundos, especialmente después de ir al baño, antes de comer, y después de sonarse la nariz, toser o estornudar.
  • Si no cuenta con agua ni jabón, use un desinfectante de manos que contenga al menos un 60 % de alcohol. Lávese las manos siempre con agua y jabón si están visiblemente sucias.

Estos son hábitos cotidianos que pueden ayudar a prevenir la propagación de varios virus. 


No hay un tratamiento antiviral específico que se recomiende para el COVID-19. Las personas con el COVID-19 deben recibir cuidados de apoyo para

ayudar a aliviar los síntomas. En los casos graves, el tratamiento debe incluir atención médica para apoyar el funcionamiento de los órganos vitales.


Los trabajadores que creen que podrían haber estado expuestas al COVID-19 deben comunicarse con su empresa para concurrir urgente a una atención médica de inmediato.

Consulte el servicio que necesita en el celular:

9 9543 8809

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